Décimas Improvisadas

Una selección de las mejores décimas de años de práctica

Llega por fin el amor

0:00 / 0:00
Llega por fin el amor
en su fase germinal,
y tú lo siembras jovial
en tu maceta mejor.
Luego florece la flor
y madura tu alegría,
hasta que entiendes un día
mientras riegas tu maceta,
que el amor era una treta
que tendió la biología.

Surca mi sombra ladrillos

0:00 / 0:00
Surca mi sombra ladrillos
con somnoliento desgano
en este fin de verano
cálido y pródigo en grillos.
En estos versos sencillos
quizá se oiga su cantar
que proviene de un lugar
inescrutable y profundo
a reventar contra el mundo
como las olas del mar.

Qué cosa extraña es el arte

0:00 / 0:00
Qué cosa extraña es el arte:
la eternidad en lo breve
que se mueve y no se mueve;
lo que queda en lo que parte.
Y te salva al condenarte
a sólo verla al no verla.
Ella es la almeja y la perla;
ella es el agua y la mano.
Y tú no puedes, hermano,
atraparla sin perderla.

Es un farol encendido

0:00 / 0:00
Es un farol encendido,
es una casa muy vieja,
es el arco de mi ceja,
es un poema escondido,
es lo que aún no has perdido,
es el coche que rebasa,
es el instante que pasa,
es un mínimo detalle
que me distrae en la calle
cuando regreso a mi casa.

Amigo, ven, entra, pasa

0:00 / 0:00
Amigo, ven, entra, pasa.
Deja que cuelgue tu abrigo
y siéntate aquí conmigo.
Esta décima es tu casa.
¿Quieres café? Ten mi taza.
¿Quieres comer? Ten mi plato.
Tenerte aquí me es muy grato.
Dime cuál era tu nombre
y permite que me asombre.
Trato de acordarme. Trato.

El otoño es como un perro

0:00 / 0:00
El otoño es como un perro
que se sacude congojas
diseminando las hojas
sobre la falda del cerro.
Se está acercando el entierro
liso y blanco de la nieve,
pero qué importa; en la leve
alfombra del desatino
caen las penas y camino
a donde el viento me lleve.

Hoy me pintó en la nariz

0:00 / 0:00
Hoz y martillo
Hoy me pintó en la nariz
la hoz y el martillo un neonazi
y le lancé un gancho y casi
lo extradité del país.
Pero le di, al infeliz,
defendiendo mi terruño,
un feísimo rasguño,
un «¡vete al diablo, fascista!»
un «Trump es un terrorista»
y un narizazo en el puño.

Ya se están cumpliendo cinco

0:00 / 0:00
Ya se están cumpliendo cinco
décadas desde el instante
en que dio un paso adelante
Neil Armstrong, sin mucho ahínco.
«Pequeño paso, gran brinco»,
dijo, de forma oportuna,
y regresó –qué fortuna–
al planeta del que él era,
mas yo cumplo, a mi manera,
cincuenta años en la luna.

Por mi ruta matinal

0:00 / 0:00
Por mi ruta matinal
he imaginado un buen rato
cómo Tarski, con su olfato,
traza su mapa social.
«Esta caca es de Chagall
y ésta, de Pérez-Reverte»,
ha de decirse –qué fuerte–,
mientras yo, entre broma y broma,
busco en una flor tu aroma
y suspiro: «¿cuándo olerte?»

Uno puede improvisar

0:00 / 0:00
Uno puede improvisar
de la nada, de repente,
una imagen de la mente
dedicándose a pensar.
Esa mente es un lugar
inhóspito y se resiste
a concebirse, qué triste.
Sólo piensa, le parece,
que el pensamiento acaece
pero la mente no existe.

Hoy cumple años el cubano

0:00 / 0:00
Hoy cumple años el cubano
en quien vive el Siglo de Oro.
Hoy cumple años, pero ignoro
cuántos cumple este mi hermano.
Trato de acordarme, en vano,
y lo busco en Wikipedia,
y me dice –qué comedia–
que la finísima pluma
de Alexis hoy mismo suma
cinco décimas y media.

Hoy caminando en el parque

0:00 / 0:00
Hoy caminando en el parque
de mi aldea prodigiosa,
de pronto escuché la hermosa
Construçao, de Chico Buarque.
No permitas que me embarque
en una disertación
sobre cómo esta canción
es la mejor que se ha escrito,
Corazón: te necesito
aunque estés en construcción.

El ojo del huracán

0:00 / 0:00
El ojo del huracán
ha de sentir que una astilla
se le ha metido en la orilla
de su iris de celofán.
Un hombre y un perro van
pisando pequeñas hojas
caídas de ramas flojas
azotadas por la ira
de un huracán que no mira
sus propias células rojas.

Sobre las olas del mundo

0:00 / 0:00
Sobre las olas del mundo
navego en mi tabla blanca,
y es el remo la palanca
con que muevo lo profundo.
La eternidad, el segundo,
el sueño, la pesadilla,
el odio, la maravilla
efímera del amor,
la mezquindad y el honor
se esfuman bajo mi quilla.

Pedro Poitevin aprendió el arte de la improvisación de décimas de su maestro y querido amigo Alexis Díaz Pimienta, quien lo ha visitado en Massachusetts en varias ocasiones.

A lo largo de varios años de práctica, ha dictado al móvil alrededor de mil décimas durante sus caminatas por las calles de Marblehead con su perro Tarski. Esta página presenta una selección de las pocas que han resultado más o menos exitosas.